Transformación generacional

En España, y en Europa, necesitamos un milagro.
Y la gente no quiere ser santa.
Que son, precisamente, los que hacen los milagros.

La gente quiere ganar dinero sin hacer nada.
O lo que es lo mismo: ser funcionario.

Siento decírtelo así de duro: la seguridad de un salario vitalicio no existe.
La falsa sensación de seguridad, sí.

En España va a pasar:
Funcionarios despedidos.
Plazas que ya no serán perpetuas.
Sindicatos que tendrán que financiarse con las cuotas de sus afiliados.
Liberados sindicales pagados con esas cuotas.

Y aquí viene el plot twist: todo esto lo ejecutará un presidente extranjero, migrante o como demonios quieran llamarlo.
Por una sencilla razón: nos faltan huevos.

Nos faltan para hacer lo que hay que hacer.
Montar negocios.
Crear riqueza.

Dentro de la moda de tocarse los cojones y ganar dinero está meter pasta en fondos indexados.
Que sí, que están de puta madre, no lo niego.
Pero ahora mismo es una moda, como las crypto. Que son un todo o nada.

Si en el bar, la pareja de al lado está pensando en comprar acciones de empresas yankis, eso es síntoma de que la cosa ha llegado demasiado lejos.
Y obviamente, va a reventar.

Cuando reviente, te volverán a faltar huevos para comprar.

Y lo mismo con todo: hostelería, ferreterías, clínicas veterinarias.

Cada vez que expongo una idea de negocio me encuentro con un comité de sabios que no ha hecho nada en su puta vida:
Que si el personal.
Que si la competencia.

Claro, idiota, son oportunidades.

Si no las quieres tú, otro las pillará.
Y empezará a hacer riqueza.

Porque analizar concienzudamente un sector es ser inteligente.
Pero poner excusas es de cobardes.

Y por cobardes tenemos a España estancada.

Muchos dueños de negocios se meten pasta limpia en A o en B al bolsillo.
Albaranes a mano.
Contabilidad en Excel.
Inventario con el nivel de bolas.
Y saben de inteligencia artificial lo que yo de perder peso.

Entonces llegan los consultores digitales, les explican lo bueno de digitalizarse…
Y ellos, se tocan el bolsillo y sacan un taco de billetes que no sería rechazado en ningún lupanar.

Por eso lo que necesitamos es una transformación generacional que provoque la transformación digital.
No nos queda otra.

Y eso lo hará quien sea listo y tenga ganas de sufrir.
Yo tengo ganas.
Yo sí, tú no, amiguete.

Tenemos chinos en las cafeterías de barrio.
Negros en las fruterías.
Moros en las carnicerías.

Mientras tanto, tú coges el paro y te sacas una oposición.

Pues bien, ya se vengarán estos inmigrantes:
A) Sacándote el dinero con sus negocios.
B) Llegando al poder en la política para tocar las pensiones, despedir funcionarios y hacinar a viejos sin pensión en megaresidencias.

Acuérdate de este día.
Creías que lo tenías to controlao y, de repente, te viste votando a un extranjero con la motosierra.

Hasta mañana.

Recuerda:

Te llevas 100.000 lerus si me presentas a un empresario zorro plateado que tenga un empresón:

• Ventas 6 kilos/año, euros directos al taco, dos kilos/año limpio de polvo y paja, desde hace tres años. Que la relación ventas - neto sea de un tercio.

• Que el dueño esté forrao a romper… recuerda, yo quiero ser ese también.

• Una empresa sin sucesores y dueño en jubilación.

• Que tenga muchos clientes, no quiero el clásico que depende de uno grande.

• Te llevas 100.000 lerus solo si compro esa empresa, si no, te mando un abrazo en video, te lo prometo. Porque puede, que al final no compre un empresón, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida.

• Una empresita es lo mismo pero 10 veces más pequeña, si te quedas por aquí, te enseño a comprar o vender la tuya, y también a buscar el dinero, y a decidir abogados, y en fin a todo, pero quédate y pásale estos a inversores, por si se quieren enterar que esto es más rentable que las startups esas molonas con futbolines y gente dándolo todo de culo a culo.