Quería millones en negro

De los 12 kilos que le iba a pagar por su empresa, el cabronazo tuvo los santos huevacos de preguntarme si podríamos darle algo de dinero negro.

La avaricia de Hacienda hace que algunos empresarios se vuelvan locos.
Ahí estaba yo, con abogados de 25 k al año,
y este tío, en un carro de medio kilo, preguntándome si le podía dar manteca black.

Si hay una cosa que me gusta del sector en el que estoy,
es que todo es transparente.
A mi casa no van a venir a preguntar cosas raras señores de uniforme.

Cuando se vende una empresa, Hacienda, como de costumbre,
quiere meter el hocico hasta el fondo.
Pero eso no es cosa tuya, eso es cosa del vendedor,
y las ganas que uno tiene de quedarse todo el bruto en el bolsillo.

Repito:
eso no es problema del comprador.

Y hablando de comprador y vendedor,
en las negociaciones todo el mundo quiere ganar,
pero nadie quiere ceder.

Todo el mundo quiere 50 millones en billetes usados sin marcar,
pero nadie sabe por qué pide 50 millones.

Es una lucha de egos.
Y yo, siempre estoy dispuesto a perderlas.
En este mundillo de la compra-venta de empresas,
todo el mundo habla de valoraciones
(yo mismo tengo un curso con Pablo Fernández, del IESE),
pero la realidad es que lo que hay que negociar es un valor con el que estén de acuerdo comprador y vendedor.

Todo el mundo en el sector del emprendimiento a través de adquisición
habla del precio y se obsesiona con mantenerse en unos márgenes,
unas líneas rojas.
Y me parece bien.

Pero tuve la suerte de poder hablar 30 minutos con José Elías,
y me contó que no me obsesionara con el precio,
que sus peores operaciones habían sido las más baratas.

Mi consejo para negociar es no comprar a precio de viñedo.
Y sobre todo:
huye de esos a los que les gotea el colmillo,
o de esos que te cuentan lo hijo de perra que fueron en una negociación,
o de aquellos que denunciaron a sabiendas de que iban a perder,
pero así retrasaban el pago.

De verdad:
la avaricia es propia de malas personas.
Y los hijos de perra genuinos huelen de lejos a colmillo y rabo retorcido.

Huye.
Que no te lo metan,
a menos que quieras un sugar daddy.
Yo ahí no me meto. Yo no. Tú sí, amiguete.

Una vez, sin quererlo, mezclé soberbia con avaricia,
además de negociar con unos terroristas del Este,
que luchaban por una causa aún desconocida.

Esta pareja de figuras acababa de heredar el negocio por un golpe de suerte,
como el príncipe nigeriano, pero de verdad.

Tenían una bonificación fiscal del 99 %
y una pedazo de oferta por el negocio del fiambre.

Con esa oferta,
a plazo fijo en el banco,
cada día se levantarían con un billete de 500 por cabeza,
al día, libre de impuestos.

Pero no.

En un ataque de "sujétame el cubata",
decidieron declinar la oferta y llevar ellos el negocio.

¿Y sabéis por qué?

Porque les dijeron que si ellos seguían al frente, la empresa valdría menos.
Sus pobres cerebelos lo tomaron como una amenaza y dijeron para sí mismos:
—Nosotros podemos llevar esto mejor (soberbia),
—y venderlo en el futuro por más dinero (avaricia).

Suerte en el cruel mundo de los negocios.
Huye de los dementes.

¡Corred, insensatos!

Recuerda:

Te llevas 100.000 lerus si me presentas a un empresario zorro plateado que tenga un empresón:

• Ventas 6 kilos/año, euros directos al taco, dos kilos/año limpio de polvo y paja, desde hace tres años. Que la relación ventas - neto sea de un tercio.

• Que el dueño esté forrao a romper… recuerda, yo quiero ser ese también.

• Una empresa sin sucesores y dueño en jubilación.

• Que tenga muchos clientes, no quiero el clásico que depende de uno grande.

• Te llevas 100.000 lerus solo si compro esa empresa, si no, te mando un abrazo en video, te lo prometo. Porque puede, que al final no compre un empresón, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida.

• Una empresita es lo mismo pero 10 veces más pequeña, si te quedas por aquí, te enseño a comprar o vender la tuya, y también a buscar el dinero, y a decidir abogados, y en fin a todo, pero quédate y pásale estos a inversores, por si se quieren enterar que esto es más rentable que las startups esas molonas con futbolines y gente dándolo todo de culo a culo.