- El Contraemprendedor
- Posts
- Pagar por trabajar
Pagar por trabajar
Es una tendencia antigua
Es una tendencia antigua de la que no nos vamos a librar.
Hace años, en una sobremesa polémica sobre el mercado laboral,
lancé una idea a los tertulianos y por poco me despellejan vivo allí mismo:
Pagar por trabajar.
Así de simple.
¿Te gustaría trabajar en un sitio?
Coño, pues ve al sitio ese de tus sueños,
manda un correo, llama, contacta por LinkedIn y les dices:
“Oye, que yo soy bueno,
pero con tu mierda de departamento de recursos inhumanos,
aquí no hay quien llegue a una entrevista.
Entonces, te propongo lo siguiente:
Te pago todo el proceso de formación, tiempo dedicado, etc.,
hasta que llegue al máximo nivel de integración en la compañía,
que normalmente son 6 meses.”
Y nada, todo el mundo de aquella mesa me llamó
turbo facha, explotador, felador de requesón, aborto de un putón.
Y sin embargo,
TODOS, repito, TODOS habían hecho un máster para encontrar empleo.
Joder, se dejan diez mil pavos en un máster de mierda,
con profesores de mierda,
temario de mierda,
programa de mierda,
y relaciones de mierda.
Todo, porque el máster tiene “compromiso de trabajo”.
Me cago en la puta, si es que nos encanta que nos hagan la lluvia dorada.
No se puede ser más tonto.
Puestos a gastar,
paga un máster de los pijos, como el mío en Dubái,
con la London Business School.
Gracias a eso, soy amigo de ministros en Arabia Saudí,
yo sí, tú no, amiguete.
Además, todos habían sido becarios,
que es básicamente pagar por regalar tu tiempo,
mientras la empresa te regala conocimiento.
Pues eso es lo que estoy haciendo ahora,
básicamente, quiero comprarme un puesto de trabajo.
Tras años como emprendedor, en el alambre,
pensé:
“Joder, ¿y si le doy millones de pavos a un jambo y paso a ser el puto jefe?”
Y así lo hice.
De una idea loca de sobremesa,
a pagar millones por un puesto de trabajo.
Vete acostumbrando,
porque cada vez más,
las empresas van a pedir pasta por perder su tiempo
en enseñarte a ser una persona de provecho.
Tú te crees que eres un crack,
pero aquí, quien pierde si te vas al poco tiempo a INDRA,
es la empresa que te contrató primero.
Y por eso nuestro tejido está lleno de PYMES que son
centros de formación,
una suerte de rituales de paso a algo mejor.
Queda dicho. A pagar.
Hasta mañana.
Recuerda:
Te llevas 100.000 lerus si me presentas a un empresario zorro plateado que tenga un empresón:
Ventas 6 kilos/año, euros directos al taco, dos kilos/año limpio de polvo y paja, desde hace tres años. Que la relación ventas - neto sea de un tercio.
Que el dueño esté forrao a romper… recuerda, yo quiero ser ese también.
Una empresa sin sucesores y dueño en jubilación.
Que tenga muchos clientes, no quiero el clásico que depende de uno grande.
Te llevas 100.000 lerus solo si compro esa empresa, si no, te mando un abrazo en video, te lo prometo. Porque puede, que al final no compre un empresón, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida.
Una empresita es lo mismo pero 10 veces más pequeña, si te quedas por aquí, te enseño a comprar o vender la tuya, y también a buscar el dinero, y a decidir abogados, y en fin a todo, pero quédate y pásale estos a inversores, por si se quieren enterar que esto es más rentable que las startups esas molonas con futbolines y gente dándolo todo de culo a culo.