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Insumisión fiscal
No, mejor un grupo terrorista de empresarios.
No, mejor un grupo terrorista de empresarios.
Esa fue la respuesta que me dejó completamente helado.
Salió de la boca de uno de los dueños con los que inicié conversaciones para comprarle la empresa.
Tras una hora soltando improperios contra los dirigentes de nuestro país
(yo comparto su hartazgo), le dije:
—¿Por qué no se hace una insumisión fiscal de los que pagáis toneladas de impuestos?
—¿Insumisión fiscal? Yo prefiero gastarme ese dinero en un grupo terrorista de empresarios. Eso nos garantizará un puesto en el futuro Gobierno, como le pasa a Otegui.
Ya te digo, amiguete, me quedé helado,
porque el cabrón parecía ir en serio.
He perdido la cuenta de empresas, empresarios y autónomos que conozco y que he visitado en los últimos años,
y en todos veo una característica común:
tienen la mecha cortísima,
están al borde del colapso.
Hoy quiero pedirte un favor.
Como yo, de los gordos.
Y no lo hagas por mí,
ni por ti,
hazlo por esa persona que quieres y por su salud mental.
No esa salud mental de mierdecilla que decide hacer unas opos, las aprueba, y luego va al sindicato a llorar,
y acaba pidiendo la baja por depresión,
sus seis mesecitos de sueldo aliñados con Prozac,
y ¡BOOM! Traslado cerquita de casa,
para que la princesita deje de llorar.
No. Esos mierdecillas no.
Te vas tú con ellos. Yo no, amiguete.
Hay tres millones de personas en este país que sufren un jodido calvario a diario.
Yo me encuentro entre ellos.
Y a poco que les das un poco de cuerda,
te das cuenta de que están jodidos,
de que están al borde del colapso,
de que son peligrosos,
porque algún día harán una locura:
conduciendo,
con sus familias,
contra ellos mismos.
Los veo jodidos.
Pero sobre todo los veo cabreados,
impotentes
y rendidos al gigante contra el que se enfrentan.
Y es que un megadespacho de abogados de Ámsterdam tiene más huevos que cualquier español.
Y resulta que los fumetas estos se han marcado una denuncia contra Hacienda de España por “violaciones sistemáticas de derechos”.
Es una monstruosidad.
Y yo me pregunto:
¿Hasta cuándo nos la van a seguir clavando?
¿Cuándo parará la hostilidad contra tres millones de autónomos?
Ten en cuenta que el homus autonomus solo tenía un último clavo al que agarrarse: ATA,
la Asociación de Trabajadores Autónomos liderada por el traidor de Lorenzo Amor,
que nos dejó vendidos a los pies de los caballos
cuando negoció la mierda de la subida de cuotas progresivas.
Y la puta madre que los parió a todos.
Me pongo negro cuando pienso en las pelas que nos roban,
derrochadas en caviar y mariscadas,
y a nosotros ni pomada.
No contamos para nada.
Cada vez que hablo con un autónomo,
lo veo más quemado que la moto de un hippie.
Están hasta los huevos de inspecciones imbéciles que retrasan el trabajo.
Tienen pendiente una operación y no se atreven a hacérsela.
No se dan de baja.
Tienen la mecha corta porque están hasta los mismos huevos.
Y eso tiene un nombre:
SALUD MENTAL.
Esa que está tan de moda
y de la que nadie habla.
Repito: te quiero pedir un favor.
Estoy creando un grupo de WhatsApp con autónomos en estado permanente de cabreo,
que se levantan cada mañana con optimismo,
borrando el día de mierda de ayer,
y se desayunan una notificación de Hacienda que los vuelve a poner de mala leche.
Quiero meter a autónomos de toda España.
Pero autónomos cabreados de verdad.
Al típico mierdecilla que está feliz de pagar impuestos a manos llenas, no.
Ese se puede ir a la puta mierda
a lamerle el OJALdre al PPSOE,
que nos llevan machacando desde el principio de los tiempos.
Esto no va de azules o rojos.
Todos se han esforzado por reventarnos,
por violarnos y decirnos que es nuestra culpa.
Somos la escoria de la sociedad
y los que pagamos toda la puta fiesta.
Sueño con una marcha pacífica de autónomos y empresarios por Madrid:
sin insultos,
sin pelotas de goma,
sin saqueo de escaparates.
Gente cabreada y civilizada, pidiendo clemencia.
No queremos empatía.
Queremos misericordia.
Ya no podemos más. De verdad.
Y aun así,
seguimos cada día generando para vosotros.
Las PYMES solo necesitan una cosa:
“Que las dejen en PAZ.”
He creado una encusta para que, al menos, se puedan desahogar.
Y quién sabe,
lo mismo organizamos la primera Huelga General de Autónomos.
Un día. Todos juntos. En Madrid.
Para decirle a ESPAÑA:
que si quebramos nosotros, quiebran todos.
Este es el enlace. Únete si eres un autónomo que pone cara amable y en realidad tiene el alma reventada.
Compártelo con esa persona autónoma que tiene el fututo más negro que el sobaco de Vinicius Jr.
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSf-lPPuU1lm9CTQoT-w-0Ax-H50ESzrlY_gKfQO0Xy7QfxEXw/viewform?usp=header
De verdad, comparte, para que no haya más empleados públicos que autónomos.
Es una jodida epidemia y nos llevará a todos por delante y si no, ya verás cuando empiecen a despedir funcionarios, jajaja, me parto.
¡Feliz Finde!