Esto es un juego de números

La suerte está echada, crucemos el Rubicón.

El 90 % de los compradores de empresas fracasa.
Y no es por lo que tú crees.

Tres errores mortales que matan un trato en seco.
(Y lo que hacen distinto los que sí compran empresas de verdad).

Punto uno: El mercado de empresas por debajo de 25 millones está completamente desregulado.
Esto no es como comprar acciones o un pisito en Idealista.

Aquí no hay árbitros. No hay red.
Solo hay oportunidades enormes, si sabes moverte en el terreno.

Error mortal número 1: Ir de aficionado cuando los profesionales se llevan todos los tratos.

Los que fracasan:

  • No entienden ni los palabros básicos.

  • Tardan días en responder correos importantes.

  • Hacen 800 preguntas antes de hacer una oferta.

  • Tratan al vendedor como si fuera un estafador.

Los que triunfan van serios desde el día uno.

Hablan con propiedad.
Saben qué preguntas dejar para la due diligence.
Y lo más importante: no espantan al vendedor con tonterías.

He visto compradores que, tras una sola llamada mal preparada, desaparecieron del radar del broker para siempre.

Error mortal número 2: Tener expectativas financieras de unicornio.

El mayor red flag: el que busca comprar sin poner un duro.

Sí, existen casos. Muy pocos.
Pero si te crees que vas a comprar un negocio de 2 kilos con 0 euros en el bolsillo… te falta calle.

Los que compran de verdad, ponen piel en el juego.
Saben que una operación tiene que ser financiable.
Y no pierden el tiempo con empresas que no pueden pagar.

Error mortal número 3: Gestionar mal el proceso y cargarte el impulso.

Los que fracasan:

  • Se esfuman justo cuando no deben.

  • Quieren renegociar después de la due diligence.

  • Piden reuniones con empleados antes de firmar.

Una vez vi a un comprador que se fue de crucero a Disney en plena exclusividad.
Sin avisar.
Desaparecido 10 días.
El trato murió. Y bien muerto.

¿Y qué hacen distinto los que sí compran?

Tratan esto como una profesión, no como un hobby de LinkedIn.

Se forman.
Tienen los pies en el suelo.
Y sobre todo, mantienen el ritmo de la negociación vivo.

Los que se forman en el Acquisition Lab de Walker Deibel:

  • Tienen una tasa de cierre del 35 % (vs. 10 % del resto del mundo).

  • Más de 200 empresas compradas.

  • Casi 400 millones en valor total.

Esto no es magia.
Es conocimiento aplicado con rigor y seriedad.

¿Harías una operación a corazón abierto sin haber pisado un quirófano?

¿Construirías una casa sin saber lo que es un plano?

Entonces, ¿por qué demonios vas a comprar una empresa sin tener ni puta idea?

La oportunidad es brutal. Pero solo si haces las cosas bien.
A mi, me llegó de rebote, y aunque estaba formado,
necesité hablar con CEOs que fueron compradores,
leer libros de y establecer relaciones con asesores profesionales.
Lo llevo viendo venir desde 2021. Yo sí, tú no, amiguete.

Hasta mañana.

Recuerda:

Te llevas 100.000 lerus si me presentas a un empresario zorro plateado que tenga un empresón:

  • Ventas 6 kilos/año, euros directos al taco, dos kilos/año limpio de polvo y paja, desde hace tres años. Que la relación ventas - neto sea de un tercio.

  • Que el dueño esté forrao a romper… recuerda, yo quiero ser ese también.

  • Una empresa sin sucesores y dueño en jubilación.

  • Que tenga muchos clientes, no quiero el clásico que depende de uno grande.

  • Te llevas 100.000 lerus solo si compro esa empresa, si no, te mando un abrazo en video, te lo prometo. Porque puede, que al final no compre un empresón, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida.

  • Una empresita es lo mismo pero 10 veces más pequeña, si te quedas por aquí, te enseño a comprar o vender la tuya, y también a buscar el dinero, y a decidir abogados, y en fin a todo, pero quédate y pásale estos a inversores, por si se quieren enterar que esto es más rentable que las startups esas molonas con futbolines y gente dándolo todo de culo a culo.