El pe pe eme

Severo documento, el pe pe eme, el pi pi em que queda más sofisticado.

El PPM no es lo que tú piensas, alma de cántaro.

No es una droga, ni el nuevo nombre del PP con M de más mangantes, ni tampoco una enfermedad de transmisión fiscal.

PPM = Private Placement Memorandum.

Traducido al cristiano: “el papelaco con el que convences a la peña para que te dé pasta”.
Vamos, que sin PPM, no hay panoja, y sin panoja, no hay empresa, ni deal, ni pollas.

Pero antes de que te emociones, no es un PowerPoint con cuatro dibujitos, no, no.
Esto es un documento legal, serio, firmado, revisado y con más disclaimers que un puticlub de carretera.

Y tú dirás:
— ¿Pero esto no era para emprender? ¿Para comprar una empresa? ¿Por qué tanta movida?

Pues porque si quieres que 15, 20, 30 inversores te suelten medio kilo, tendrás que parecer alguien serio.
Y como no tienes corbata ni MBA en Harvard (yo sí, tú no, amiguete),
pues al menos preséntales algo con más empaque que una servilleta de bar.

¿Qué lleva un PPM?

• Tu historia (con algo de azúcar, no te pases de sobreactuado)

• Qué tipo de empresa quieres comprar

• Por qué tú eres el elegido, el tonto motivao que va a petarlo

• Qué perfil de compañía, qué sectores, qué márgenes, qué ubicación

• Qué vas a hacer con la empresa: hacerla sexy o explotarla como los romanos

• Cómo es tu estrategia de salida (sí, sí, aquí todos quieren irse millonarios, no lo disimules)

Y lo más importante:
cómo se reparte el botín.
Lo llaman “estructura económica del deal”, pero tú y yo sabemos que eso es
“quién se queda cuánta pasta cuando vendamos el chiringuito”.

¿Y esto a quién se lo mandas?

A los mismos de siempre.
Los billetosos. Los inversores. Los que juegan a la bolsa mientras mean desde su azotea con vistas al mar.
Esos.

Pero ojo, que si el PPM huele a amateur, se te ríen en la cara.
Tiene que parecer que llevas años currando esto, aunque lo hayas redactado en pijama mientras tus hijas ven Peppa Pig.

¿Lo hice yo? Claro. Y me costó meses arrancarme, pero luego lo terminé en 2 semanas, con ayuda de inversores, ex searchers y algún abogado que cobra por párrafo.

Pero cuando lo tienes, es tu carta de presentación seria.
Es tu currículum de gangster empresarial.
Tu pase VIP a los fondos.
Tu carnet de conducir en la autopista del M&A.

Mañana hablamos del cap table.
Y por cierto, hay un modelo de PPM en el primer de Standford, pero si quieres, respondeme a este correo y te mando el mio, en español y en ingles.

Hasta mañana.

Recuerda:

Te llevas 100.000 lerus si me presentas a un empresario zorro plateado que tenga un empresón:

• Ventas 6 kilos/año, euros directos al taco, dos kilos/año limpio de polvo y paja, desde hace tres años. Que la relación ventas - neto sea de un tercio.

• Que el dueño esté forrao a romper… recuerda, yo quiero ser ese también.

• Una empresa sin sucesores y dueño en jubilación.

• Que tenga muchos clientes, no quiero el clásico que depende de uno grande.

• Te llevas 100.000 lerus solo si compro esa empresa, si no, te mando un abrazo en video, te lo prometo. Porque puede, que al final no compre un empresón, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida.

• Una empresita es lo mismo pero 10 veces más pequeña, si te quedas por aquí, te enseño a comprar o vender la tuya, y también a buscar el dinero, y a decidir abogados, y en fin a todo, pero quédate y pásale estos a inversores, por si se quieren enterar que esto es más rentable que las startups esas molonas con futbolines y gente dándolo todo de culo a culo.