El Lobo

¡Qué gran turrón!

Estuve en el congreso de AJE Andalucía,
yo sí, tú no, amiguete.

Y bueno… no voy a contaros la verdad, porque no quiero hacer daño gratuito.
Solo diré que hay que afinar la comunicación y, sobre todo, el sentido común.

El congreso se llamaba “Conectando generaciones”.
Había hasta un First Dates de inversores y empresas, para hacer match.
Y una plataforma digital para concertar esos encuentros.
Un Tinder, pero de empresas.
Difícil de manejar.

Bueno, aquello fue un rollo político,
con unos y otros dándose las gracias por el congreso
y por la cantidad de gente inscrita (400, decían).
En fin, ya lo sabemos:
una suerte de peloteo eterno que no nos hace centrarnos en el turrón.

El caso es que la cosa se anunciaba como una conexión entre generaciones,
y sin embargo se centró en un solo tipo de relevo generacional:
el de que tu hijo siga en la empresa cuando tú lo dejes.

No dieron una puta alternativa más. Solo esa.

Además, no paraban de repetir estos datos:

– 89 % de las PYMES son familiares.
– 30 % no llega a la segunda generación.
– 7 % no llega a la tercera generación.

Y ahí se relamían los asesores y vendedores de cátedras sobre empresa familiar.
Claro, ahí estaban sus clientes.
A ver si te crees que un congreso sirve para hacer relaciones de verdad.

Aquí se viene a que gastes dinero.
Por eso el congreso es gratis, y hay comida y copas por la noche.
Lo llaman networking.
Yo lo llamo volver tarde a casa para no atender tu vida y esconderte de la soledad.

El caso es el siguiente:
Uno de los ponentes —el mejor, la verdad— dejó para el final de su intervención una última pincelada magistral.
Algo insuperable.

Deslizó que, si en la empresa no hay sucesión,
llegarían los lobos al corral a aprovecharse de la situación.
Y puso el caso de Ray Kroc:
dos hermanos crean algo de la nada,
no quieren escalarlo…
y llega un inversor que lo convierte en un imperio.

Literalmente llamó lobos a los inversores.

Sin Ray Kroc, McDonald’s no lo conocería ni su puta madre en patinete.
Pero son los lobos.

Entonces, según su propia lógica de los numeritos mágicos:

– 89 % de PYMES familiares.
– 70 % no llegan a segunda generación.
– 93 % no llegan a tercera generación.

Joder, yo veo una oportunidad brutal.
Una oportunidad para que los “lobos” te salven la economía de un país.
Porque si cierra una PYME, no pasa nada.
Pero si cierran el 70 %, ya me contarás, moreno.

Total, y por resumir:
el congreso, una puta basura.
No quería ir.
Pero me he ido calentando.
Y claro, no lo puedo decir así,
porque luego te penalizan como si fueras un ogro…

Y yo me pregunto:
¿Cuándo me han beneficiado a mí estos organizadores de congresos?
Pues eso. Nunca.
¿Pa qué? Bueno, la gente con la que fui hizo
que me lo pasara muy bien

Hasta mañana.

Recuerda:

Te llevas 100.000 lerus si me presentas a un empresario zorro plateado que tenga un empresón:

  • Ventas 6 kilos/año, euros directos al taco, dos kilos/año limpio de polvo y paja, desde hace tres años. Que la relación ventas - neto sea de un tercio.

  • Que el dueño esté forrao a romper… recuerda, yo quiero ser ese también.

  • Una empresa sin sucesores y dueño en jubilación.

  • Que tenga muchos clientes, no quiero el clásico que depende de uno grande.

  • Te llevas 100.000 lerus solo si compro esa empresa, si no, te mando un abrazo en video, te lo prometo. Porque puede, que al final no compre un empresón, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida.

  • Una empresita es lo mismo pero 10 veces más pequeña, si te quedas por aquí, te enseño a comprar o vender la tuya, y también a buscar el dinero, y a decidir abogados, y en fin a todo, pero quédate y pásale estos a inversores, por si se quieren enterar que esto es más rentable que las startups esas molonas con futbolines y gente dándolo todo de culo a culo.