Cáncer de empresa

El 84 % del tejido productivo español podría tener cáncer de empresa

El 84 % del tejido productivo español podría tener cáncer de empresa.
No lo digo yo, lo dice un estudio del Instituto de Empresa Familiar de España:
ese porcentaje no tiene un plan de sucesión para su empresa.

A ver… te lo pongo blanco sobre negro:
si eres empresario en España y te quieres volver un jubilauta,
tienes simplemente tres opciones:

  1. Cerrar la empresa.
    Pero para ello tendrás que despedir a todo kiski y eso vale un pastizal.

  2. Regalarla.
    Opción que no recomiendo en absoluto.
    Bueno, sí: ¡regálamela a mí, jurón!

  3. Venderla.
    Es la opción más recomendable.
    Ya sabemos que la segunda generación malcría
    y la tercera se lo mete todo por la nariz.

Ahora que tenemos todas las opciones sobre la mesa, me gustaría decirte algo:
“Delante de nuestras narices se está produciendo la mayor transferencia de riqueza de la historia mundial. Ni el divorcio de Bezos fue tan lucrativo.”

Los empresarios no tienen a quién dejarle sus empresas
y tú, en vez de centrarte en comprar un negocio,
te vienes arriba montando una nueva app para organizar los cajones de casa al estilo Maricondo,
o como coño se diga.

Cuando compras una empresa compras:
clientes,
proveedores,
mentorización del dueño,
un equipo que lleva años trabajando,
un flujo de caja mensual que te permite hacer tus paridas de emprendedor visionario,
una marca,
y, sobre todo, algo que funciona.

No esa mierda de idea con la que te ves sentado en el Foro de Davos, fumando canutos con Elon Musk.
Ólvidalo, tronco:
el 90 % de las startups palma a los tres años,
el 5 % restante a los cinco,
y del resto, muy poquitas hacen platita.

Por otra parte, el 90 % de los que compran empresa GANAN pasta a los tres años.
Y no solo eso:
han limpiado la financiación y la empresa vale más, yo ya estoy en ello, yo sí, tú no.

Pero claro,
tú sigues pensando que una casa es la mejor inversión,
o que hay que meter todos tus ahorros en el bajo el colchón, que algo siempre debes tener, ojo, o peor, en el Forum Filatélico.

Pues sí, hay una manera en la que puedes ser doctor. Doctor de empresas con cáncer.
Y además las puedes curar

¿Qué pasa, amiguete?
Que con esas empresas no te harás fotos con el político de tu ciudad,
ni con ese inversor de moda que ha hecho un por diez, pero no da números de la operación.
Solo tiene fama porque compra noticias y hace tratos en negro.

Sin embargo,
con las empresitas,
todos los meses caerán euros en tu bolsillo,
en forma de salario y beneficios.
No tendrás que dejar de trabajar para buscarla.
Tendrás clientes, proveedores, una relación con el banco…
y, sobre todo, ¡tendrás una historia que contar, melón!

Si te gusta alguna empresa de tu barrio, de tu pueblo, de tu ciudad,
sígueme y te cuento cómo comprarla.
Y si me caes bien, hasta pongo pasta y te mentorizo
para que nos follemos todas las tesis de inversión
de los tontos motivados que apuestan por el nuevo UBER.

Recuerda:

Te llevas 100.000 lerus si me presentas a un empresario zorro plateado que tenga un empresón:

  • Ventas 6 kilos/año, euros directos al taco, dos kilos/año limpio de polvo y paja, desde hace tres años. Que la relación ventas - neto sea de un tercio.

  • Que el dueño esté forrao a romper… recuerda, yo quiero ser ese también.

  • Una empresa sin sucesores y dueño en jubilación.

  • Que tenga muchos clientes, no quiero el clásico que depende de uno grande.

  • Te llevas 100.000 lerus solo si compro esa empresa, si no, te mando un abrazo en video, te lo prometo. Porque puede, que al final no compre un empresón, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida.

  • Una empresita es lo mismo pero 10 veces más pequeña, si te quedas por aquí, te enseño a comprar o vender la tuya, y también a buscar el dinero, y a decidir abogados, y en fin a todo, pero quédate y pásale estos a inversores, por si se quieren enterar que esto es más rentable que las startups esas molonas con futbolines y gente dándolo todo de culo a culo.