2 montículos de coca

Había putas y humo de puros.
Y, por lo que se ve, muchas ganas de follar y pocas de trabajar.

Verás,
yo tengo amigos desde los 6 años.
Todavía los mantengo,
y nos vemos todos los domingos.
Yo sí. Tú no, amiguete.

No necesito la lujuria que trae el dinero negro,
ni la antigua cultura de cerrar negocios a base de comida, puro y mamada.
Y mira que suena cojonudo.
Siempre quise ser como George West.
Pero...
tuve mala suerte.

No me gustan los follones,
ni la música alta,
ni el alcohol
(a ver, que ponerse ciego mola,
pero el sabor y la resaca, ¿qué?).

Me gusta estar con gente, hablar, pensar y hacer cosas,
no necesito amigos nuevos a cualquier precio.

Volviendo a los dos montículos de coca,
allí estaban:
en una bandeja con tapa,
como las de los restaurantes pijos.

Era mi cuarta o quinta visita con este vendedor.
No es que tuviéramos confianza,
es que nos hicimos colegas.

Él sabía que estaría por la zona hasta el miércoles,
pero me llamó por teléfono y me dijo:
—El jueves es el cumple del Rafita. Hemos reservado. Cuento contigo.

¿Y qué dije yo?
Pues que sí.
A sabiendas de dos cosas:

A) No iba a ir.
B) Por mucho que en los negocios haya cosas que hay que hacer por cojones
(como aquella noche fumando porros en Arabia Saudita,
pero eso es otra historia),
a mí no me da la gana de irme con un montón de tíos a ponerme hasta el culo
para luego acabar follando como monos.

Nada de eso. Yo soy un señor. ¡A mí que me la chupen!

Y así hice.
Les dije que sí, para luego cancelar.
Ya llevaba mis vuelos de vuelta a Málaga para el miércoles noche.

Prefiero irme a mi casa que pegarme un fiestón de esos que te deja crujido.
Al final, quien me lee la cartilla a mí son mis hijas.

Eso sí,
la tarde del jueves me la pasé en el parque
recibiendo audios, fotos y vídeos.
No os puedo pasar ninguno,
ya que eran de esos de un solo visionado,
pero ahí se derrochaba lujuria:

• Un padre y un hijo lamiendo dos tetas de la misma persona.

• El vicioso de turno haciendo como que liga.

• Y, como no, Rafita y sus dos montañitas importadas de Colombia.

Les esperaba una buena tarde.
Yo perdí la oportunidad de hacer mi primer de culo a culo,
pero al menos,
todavía conservo la dignidad.

Escuchamos, pero no juzgamos.

Si quieres comprar una empresa y buscarla por tu cuenta,
te recomiendo que tengas las tragaderas muy altas.

Por el camino, encontrarás a todo tipo de personas.
Y tú no eres mejor que ellas.

Hasta mañana.

Recuerda:

Te llevas 100.000 lerus si me presentas a un empresario zorro plateado que tenga un empresón:

• Ventas 6 kilos/año, euros directos al taco, dos kilos/año limpio de polvo y paja, desde hace tres años. Que la relación ventas - neto sea de un tercio.

• Que el dueño esté forrao a romper… recuerda, yo quiero ser ese también.

• Una empresa sin sucesores y dueño en jubilación.

• Que tenga muchos clientes, no quiero el clásico que depende de uno grande.

• Te llevas 100.000 lerus solo si compro esa empresa, si no, te mando un abrazo en video, te lo prometo. Porque puede, que al final no compre un empresón, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida.

• Una empresita es lo mismo pero 10 veces más pequeña, si te quedas por aquí, te enseño a comprar o vender la tuya, y también a buscar el dinero, y a decidir abogados, y en fin a todo, pero quédate y pásale estos a inversores, por si se quieren enterar que esto es más rentable que las startups esas molonas con futbolines y gente dándolo todo de culo a culo.